En la comunión Jesús sana también las enfermedades de la mente: «Surja resanada la mente», para vencer la ignorancia, la irreflexión, la negligencia, la torpeza, la superstición, el prejuicio, etc. Jesús pensará dentro de nosotros: «Cristo vive en mí». Y bien, la vida intelectual es la primera y más necesaria (ACV, 101).
Beato Santiago Alberione