Jesús en la cruz nos dio una madre. Ya lo había dado todo…: la Iglesia, los sacramentos, el Evangelio, la Eucaristía, su persona. Le quedaba entregarnos este gran regalo, y quiso hacerlo precisamente en los últimos instantes de su vida, porque lo dado en punto de muerte queda más impreso en el alma (Pr 5, 168).
Beato Santiago Alberione