El sacerdote es el predicador de las cosas espirituales, de los bienes espirituales. Es quien hace “propaganda” continua del paraíso, para que todos se enamoren de él y quieran ir allí con todo esfuerzo; y a la vez es quien indica el camino y ofrece los medios para llegar (Pr 5, 152).
Beato Santiago Alberione