Debemos amar, amar siempre más. Amar según el ejemplo de Jesucristo, añadiendo la razón de estar unidos en una sola Familia: ¡tengamos el corazón de san Pablo!... Pidamos al Señor, con mayor insistencia y gratitud, la caridad en nuestra Familia religiosa (Pr 1, 58).
Beato Santiago Alberione