La Cuaresma es como un curso de Ejercicios. La Iglesia nos invita a reflexionar sobre las verdades eternas que predicó Jesús y sobre la pasión misma de Jesús y sobre el término, el fin de la vida, para resucitar de nuestros defectos, de nuestros pecados, y resucitar el día de Pascua en santa alegría. Resucitar (APD60, 37).
Beato Santiago Alberione