Así como Jesús dio su vida por nosotros, así debemos gastar la nuestra por él. La damos un poco todos los días; hoy la damos por hoy, todo al servicio de Dios, todo por amor a Jesús; nuestras fuerzas, las fuerzas que tenemos hoy, las consumimos por Jesús, en obras santas (APD56, 222).
Beato Santiago Alberione