A vos, Espíritu de Verdad, consagro la mente, la fantasía y la memoria: ¡iluminadme! Que yo conozca a Jesucristo Maestro y comprenda su evangelio y la doctrina de la santa Iglesia. Acrecentad en mí el don de la sabiduría, de la ciencia, de la inteligencia y del consejo (PR 65-66).
Beato Santiago Alberione