El hombre está compuesto de tres facultades, a saber: inteligencia, voluntad y sentimiento. Y entonces, para dar un culto pleno, un culto completo de sí mismo a Jesús, debe someter la mente con la fe y debe someter la voluntad con la obediencia y debe someter el sentimiento con el amor (APD56, 619).
Beato Santiago Alberione