Quien lee la Biblia verá que se abren ante él horizontes sin límites. Su mente comprenderá los motivos y la belleza divina de muchas verdades que más tarde tendrá que estudiar o le serán explicadas. Una luz misteriosa aclarará continuamente su inteligencia y le guiará por los caminos misteriosos de la ciencia divina (LS 69)
Beato Santiago Alberione