Todos los santos son un comentario vivo y perenne de la sagrada Escritura… algunos han convertido un único versículo en lema de toda su vida, y otros, leyendo solamente algunas palabras del libro santo, han sentido el impulso y la fuerza para alejarse del pecado, entregarse a Dios y alcanzar las cimas más altas de la perfección (LS 146).
Beato Santiago Alberione