Discípulo del Divino Maestro

Pensando en la belleza de su apostolado decía: "¡Qué hermoso es estar unidos al sacerdote y sentir y atender junto con él las necesidades de los hombres, como sienten y atienden las madres a las necesidades de sus hijos!"
En marzo de 1948 ofreció su vida al Señor para que todos los llamados a sean fieles a la gracia de su vocación.
El Señor aceptó la ofrenda del discípulo bueno y fiel. Enfermó de tuberculosis, muriendo santamente en Alba (Cuneo, Piamonte el 4 de septiembre de 1948.
Fue proclamado venerable el 3 de marzo de 1990.
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