Este es el trabajo espiritual: las meditaciones,
la predicación que escucháis, las oraciones,
la predicación que escucháis, las oraciones,
la Adoración, de modo particular la Misa y la
comunión; en fin, todo cuanto se os enseña
según la fe, según el catecismo, según el
Evangelio. Jesucristo crece en nosotros, se
forma, se desarrolla poco a poco, es decir toma
paulatinamente posesión de nosotros, llega a
sustituir nuestra humanidad de manera tal
que vivamos como verdaderos cristianos (...)
Beato Santiago Alberione