Continuamos contando en este Triduo Pascual con la colaboración de D. Pedro Jaramillo, al que agradecemos nos haya permitido subirlo a nuestro blog.
YO QUIERO ABRAZAR TU CRUZ
Escrito este poema en verso libre para el
Viernes Santo del 2020, tiene todavía posibilidad de iluminar el presente
Viernes Santo, el del 2021, que nos acontece metidos aún en la pandemia.
YO QUIERO ABRAZAR TU
CRUZ,
Pero no la quiero sola.
La cruz la quiero
contigo,
porque si Tú en ella no
estás,
me parece un sinsentido.
En esta cruz que se ha
hecho grande
y a todo el mundo ha
alcanzado,
no te veo, Jesús,
extraño,
en esta cruz que nos pesa, te miro crucificado.
YO QUIERO ABRAZAR TU
CRUZ,
porque sé que en ella estás,
y mueres con los que
mueren,
y estás solo en su
soledad,
y con sus ojos los tuyos
cierras, para entrenar sus pupilas
a la luz que es fuerte y nueva, la luz de la eternidad.
YO QUIERO ABRAZAR TU
CRUZ.
porque sé que en ella estás,
que es tu mismo corazón
el que, lleno de dolor,
acompaña, desolado,
a quienes, desesperados,
no pueden estrechar la mano
de aquellos que se les van sin el beso del adiós.
YO QUIERO ABRAZAR TU
CRUZ,
porque sé que en ella estás,
y esperas con los que
anhelan poner fin a su dolor,
y sufres con los que
sufren esta loca enfermedad,
y compartes sus temores,
sus duros interrogantes,
sus zozobras y sus
llantos, porque también son tus mejillas
las que bañadas están por las lágrimas de tantos.
YO QUIERO ABRAZAR TU
CRUZ,
porque sé que en ella estás,
que es tuyo nuestro dolor
y compartes nuestro quebranto;
y en esta exagerada
prueba, eres Tú mismo probado.
Y das voz a nuestra
queja, cuando suplicas a Dios:
“¿por qué me has
abandonado?”
Tú bien sabes, Señor, que no es queja de
desesperados, como no lo fue la tuya;
es la queja dolorida de
no acabar de entender
y de orarte, queriéndote
suplicar la luz que necesitamos
para saber vivenciar que Dios saca bienes del mal.
YO QUIERO ABRAZAR TU CRUZ,
porque sé que en ella estás,
y llegar a comprender que
no fuiste castigado,
que Dios no se ensañaba
contigo como queriendo vengar
algún tipo de pecado;
que fue tu exceso de amor
a tenerte en la cruz colgado.
Y suplicarte, Jesús, que
a esta cruz que con nosotros compartes
nos cuelgue tu mismo
amor.
SÓLO ASÍ SERÁ POSIBLE QUE DE ESTE GRANO QUE MUERE SALGA LA ESPIGA MEJOR
P. Pedro Jaramillo Rivas.- Párroco de San Juan
de la Cruz (Guatemala)