Jesucristo, el apóstol del Padre, vino del cielo para indicar el camino de la salvación a los hijos descarriados. Cumplida su misión divina, se volvió al Padre después de haber confiado a la Iglesia, en los apóstoles, el encargo de continuar su obra. En la Iglesia... se perpetúa su misión divina con la propaganda de la buena prensa (AE, 382-383).
Beato Santiago Alberione