¿Cuál es el secreto de las grandezas de María? Su adhesión a la divina voluntad, contenida en la sublime respuesta: Ecce ancilla Dómini. Encontrándola docilísima, el Señor pudo realizar en ella los designios que había concebido para su gloria y para la salvación de la humanidad (APD47, 145).
Beato Santiago Alberione