En el cielo María intercede ante Dios por nosotros. Su cometido es oír nuestras súplicas y presentarlas a Dios, tomar de Dios la gracia y distribuirla a sus hijos. ¡Oh, cuánto nos ayuda esta Madre! ¡Cuánto piensa en nosotros esta Madre! (Pr 2, 179).
Beato Santiago Alberione