31 de julio

Si amáis de veras a Jesús debéis buscar, estudiar lo que le place, tener ardentísimo deseo de la gloria del Padre, de la propagación de la fe. Jesús desea vivísimamente la salvación de las almas y sobre todo anhela que las vuestras sean santas, hermosas, suyas del todo, sin disgustarle nunca (APD47, 298).

Beato Santiago Alberione

30 de julio

Jesús atiende los santos deseos, y éstos son siempre santos cuando miran a la gloria de Dios, a nuestra santificación, a la santificación del prójimo. Estas son gracias que Dios seguramente concede (APD47, 296).

Beato Santiago Alberione

29 de julio

Todos los deseos santos se resumen en estos: que el Señor sea conocido, amado, glorificado; que todas las almas sean salvadas y santas (APD47, 294).

Beato Santiago Alberione

28 de julio

El apostolado es la flor de la caridad, y la primera caridad se ejerce hacia Dios, deseando su gloria. El Maestro divino, en su vida terrena, deseó siempre la gloria del Padre: «Yo busco su gloria». Este es el primer deseo (APD47,292).

Beato Santiago Alberione

27 de julio

Hay personas que en su vida no deberán nunca hacer apostolado de obra, sino apostolado de oración, de buen ejemplo, de vida interior, de santos deseos (APD47, 291). 

Beato Santiago Alberione

26 de julio

Pedid a la Virgen que os guíe ella. A la Virgen del Buen Consejo se la pinta con Jesús apoyando la cabeza en su corazón para iluminárselo: y ella le sostiene el piececito para guiarle (PrP I, 128).

Beato Santiago Alberione

25 de julio

¿Sois almas que pueden decir como Jesús: Hago siempre lo que le agrada a Dios, con interior y sincera disposición a su voluntad? ¿Intento hacer lo que le gusta a él? ¿Estoy entre las almas de las que Dios puede hacer cuanto quiera, disponer como él desea? ¿Soy totalmente de Dios, hasta el fondo?... Esta es la verdadera devoción: ¡ser de Dios! (APD47, 285). 

Beato Santiago Alberione

24 de julio

Hay personas que trabajan toda la vida, van, vienen, sudan, caminan, se esfuerzan y no concluyen nada porque les falta la vida interior. Son ceros sin la unidad delante, plantas bravías que exteriormente exhiben una buena figura, pero no dan fruto (APD47, 283).

Beato Santiago Alberione

23 de julio

Jesucristo es el original perfecto; Pablo fue constituido y se hizo forma para nosotros, de modo que nos forjemos en él para reproducir a Jesucristo. San Pablo-forma... lo es para comunicarnos al máximo su personalidad: mentalidad, virtud, celo, piedad... todo (APim, 227).

Beato Santiago Alberione

22 de julio

Hay que creer en el dogma de la presencia real; ir a la Eucaristía como iban los hombres a Jesús, cuando moraba visiblemente en medio nuestro... Ir a Jesús como María en Belén, como Magdalena que imploraba perdón, como la samaritana que pedía el agua viva, como los ciegos que requerían la vista y como los pecadores que suplicaban misericordia (APD47, 364).

Beato Santiago Alberione

21 de julio

El divino Maestro debe dominar en todo el mundo, debe ser para cada alma la verdadera luz que ilumina. Séalo ahora para cada cual... de modo que luego todo el año podáis caminar en esta luz. Debéis ser personas dedicadas, totalmente consagradas al Maestro divino, para hacerlo conocer, amar, servir y glorificar (APD47, 354).

Beato Santiago Alberione

20 de julio

El divino Maestro en la Iglesia difunde sus rayos que son el camino, la verdad y la vida; ellos... forman a los apóstoles de la prensa; y mediante la pluma, los tipos y las máquinas de la casa iluminan a las almas, las dirigen, las vivifican. De aquí partirán los misioneros de la buena prensa (APim, 35).

Beato Santiago Alberione

19 de julio

Cuando san Pablo llegaba a un sitio, no aparecía allí para una conferencia ocasional, sino que se quedaba y formaba hasta obtener el consentimiento de la inteligencia, persuadir, convertir, unir con Cristo, encaminar a una vida plenamente cristiana. No se marchaba sino cuando tenía la certidumbre moral de que sus cristianos perseverarían (APim, 227). 

Beato Santiago Alberione

18 de julio

Si san Pablo viviera continuaría ardiendo en aquella doble llama de un mismo incendio: el celo por Dios y por su Cristo, y por los hombres de cualquier pueblo. Y para que le oyeran se subiría a los púlpitos más elevados y multiplicaría su palabra con los medios del progreso actual: prensa, cine, radio, televisión (APim, 227).

Beato Santiago Alberione

17 de julio

San Pablo suscitó la Sociedad de San Pablo, de la que es el fundador. No fue la Sociedad de San Pablo la que le eligió a él, sino que él nos eligió a nosotros; más aún, nos engendró: «Por medio del Evangelio, soy yo quien os ha engendrado para Cristo Jesús» [1Cor 4,15] (APim, 227).

Beato Santiago Alberione

16 de julio

María santísima ha obtenido a Jesús para el mundo, le hizo crecer, y le ha entregado. De ella nos viene toda gracia. María es la Madre de nuestra vida espiritual (APD47,138).

Beato Santiago Alberione

15 de julio

¡Qué gran consuelo es este para nosotros! Somos pobres y pecadores, no mereceríamos del Señor más que castigos; pero entre nosotros y el Señor hay un gran santo que perora nuestra causa, nos defiende, intercede, piensa en nosotros más de lo que cada uno puede pensar en sí mismo... ¡Sí, qué gran consuelo! San Pablo nos ama (APim, 110).

Beato Santiago Alberione

14 de julio

San Pablo hablando de los predicadores de las verdades evangélicas exclama: ¡qué santos son sus pasos!, es decir las fatigas de estos anunciadores de la buena nueva. Sí, es hermoso y santo dar a conocer a nuestro Creador; hermoso y santo dar a conocer a nuestro Señor Jesucristo; hermoso y santo dar a conocer a la Iglesia (APim, 102).

Beato Santiago Alberione

13 de julio

Entrad en el corazón de Jesús para conocer sus deseos y anhelos; tomad parte en ellos, suspirad como suspira Él, mirad a lo que Él mira, tened un corazón solo con el suyo (APD47, 282).

Beato Santiago Alberione

12 de julio

Una sola pena debería traspasarnos el corazón: la de no haber aprovechado suficientemente de la Eucaristía; y si en la eternidad fuera posible un remordimiento, tendríamos el de no haber recabado de la Eucaristía toda la gracia posible (APD47, 409).

Beato Santiago Alberione

11 de julio

Todo converja en el Sagrario y todo parta del Sagrario, para vuestra santificación, para las almas que debéis llevar a la Eucaristía (APD47, 379).

Beato Santiago Alberione

10 de julio

La Iglesia no puede dar un bien mayor que la Comunión, no tiene otra vida más alta, otro sostén mayor que la Eucaristía. Si todos los hombres comprendieran qué quiere decir “Dios con nosotros”... qué se recibe en la Comunión, todos se volverían hacia la Eucaristía (APD47, 409).

Beato Santiago Alberione

9 de julio

Ojalá los hombres abran su vida espiritual con la Comunión bien hecha y la cierren con la Comunión bien recibida. El Sagrario sea el centro de toda vida, la fuerza de toda existencia (APD47, 377).

Beato Santiago Alberione

Intención del Papa - mes de julio

8 de julio

¿Por qué la Comunión no produce siempre el mismo fruto? No porque el alimento no sea bueno, sino porque no se recibe bien. Sucede como con la simiente evangélica: parte cae en el camino, parte entre las zarzas, parte en terreno pedregoso, parte finalmente en un buen terreno (APD47, 368).

Beato Santiago Alberione

7 de julio

Meditémoslo bien, aquí, ante el Sagrario: el primer obstáculo de la santidad es el orgullo, mientras el primer paso hacia la santidad es la humildad sincera, la humildad de la mente, de la voluntad, del corazón, de las obras, la humildad que nos lleva a confiar sólo en la misericordia divina (PrP I, 105).

Beato Santiago Alberione

6 de julio

Jesús está en el Sagrario por amor. La Eucaristía es misterio de fe, de gracia y de caridad. ¿Podía tal vez ir más allá la caridad del Maestro divino? ¿Podía hacer todavía más? Tomad y comed. ¿Podía dar más que darse en alimento, dejarse comer? (APD47, 527)

Beato Santiago Alberione

5 de julio

El Sagrario es la fuente del agua de la vida eterna. Mas para que la luz divina, la fuerza, la gracia llegue a nuestras almas, es necesario que nos acerquemos a esta fuente. Hacer diversamente sería como querer agua sin abrir el grifo, pretender que la bombilla ilumine sin dar el interruptor (PrP I, 105).

Beato Santiago Alberione

4 de julio

En la Eucaristía Jesús sigue humillándose. Aquí está escondido bajo las apariencias de pan. ¡Cuánta amabilidad en este anonadamiento! En la cruz estaba escondida la divinidad, pero aquí está encubierta también la humanidad. ¿Cabe rebajarse más? Él puede verdaderamente decir: «Aprended de mí que soy manso y humilde» (APD47,523).

Beato Santiago Alberione

3 de julio

Jesús dirigió al joven rico una mirada de amor. Si queréis de veras la santidad, cuando entráis en la iglesia mirad al Sagrario, con amor: detrás de esa puertecita Jesús mira a cada cual con amor y lo conoce todo. ¿Conocemos a Jesús? (PrP I, 120-121).

Beato Santiago Alberione

2 de julio

Orad, orad; la santidad viene ante todo de Dios, viene del Sagrario. A nosotros nos toca corresponder a la gracia. Vayamos al Sagrario: en él está la energía para fortificar las almas. Es Jesús quien nos ilumina, nos refuerza y nos santifica (PrP I, 104).

Beato Santiago Alberione

1 de julio

Tú, oh Jesús, has presentado a los hombres tu Corazón. Quiero ofrecerte el mío, todo entero. Quiero darte no un corazón frío, sino encendido de amor. No un corazón disipado, sino un corazón piadoso y recogido. No un corazón muerto, sino vivo y operante. No un corazón soberbio y vanidoso, sino humilde y generoso. Aquí lo tienes, tuyo para siempre (BM, 352).

Beato Santiago Alberione

Intención mensual del mes de julio

DEL PAPA

 

POR LOS ANCIANOS

Recemos por los ancianos que representan las raíces y la memoria de un pueblo, para que su experiencia y sabiduría ayude a los más jóvenes a mirar hacia el futuro con esperanza y responsabilidad

DE LA CONFERENCIA EPISCOPAL

Por todos los que sufren, especialmente por los olvidados y descartados de nuestra sociedad, para que encuentren el consuelo de Dios y una mano tendida para ayudarles.

DE LA FAMILIA PAULINA

Tú, oh Jesús, has presentado a los hombres tu Corazón. Quiero ofrecerte el mío, todo entero. Quiero darte no un corazón frío, sino encendido de amor. No un corazón disipado, sino un corazón piadoso y recogido. No un corazón muerto, sino vivo y operante. No un corazón soberbio y vanidoso, sino humilde y generoso. Aquí lo tienes, tuyo para siempre (BM, 352).

Beato Santiago Alberione