12 de noviembre

Las palabras de la sagrada Escritura son el místico granito de mostaza del que habla Jesús en el Evangelio, un granito que germina y se transforma en planta majestuosa (LS 227).

Beato Santiago Alberione

11 de noviembre

¿Qué diríamos de un libro escrito no por un santo, sino por Dios mismo? Pues que ese libro debería contener la gracia más grande, por ser Dios la gracia misma. Pues bien, la Biblia es el libro de Dios, Él es su autor principal. Esto quiere decir que es el libro más adecuado y útil para la lectura espiritual (LS 226).

Beato Santiago Alberione

10 de noviembre

Quien lee la Escritura se entretiene con el Padre celestial, con los ángeles y con los santos, y tiene anhelos celestiales. Adquiere también el modo de pensar y de hablar de Dios y de los espíritus del cielo (LS 225).

Beato Santiago Alberione

9 de noviembre

Donde está Pedro, allí está la Iglesia, y donde está la Iglesia, allí está Pedro. Y quien se encuentra con la Iglesia se encuentra con Cristo. Ah, queramos ser corderos de la Iglesia, pero corderos dóciles (Prediche inedite, 1937, 59).

Beato Santiago Alberione

8 de noviembre

Quien habitualmente lee la sagrada Escritura, poco a poco irá divinizando sus deseos hasta desear únicamente lo que desea el Señor y amar lo que a Él le agrada (LS 217).

Beato Santiago Alberione

7 de noviembre

Es necesario santificarse. «¿Ad quid venisti?». ¿A qué has venido? ¿Era recta la intención cuando entraste? Es decir, ¿únicamente para santificarte? y dedicarte a esos apostolados específicos que están indicados? ¿Has abrazado de todo corazón los dos primeros artículos de las Constituciones? (APD56, 169).

Beato Santiago Alberione

6 de noviembre

Tenemos que ayudarnos a ser santos, ayudarnos en el estudio, ayudarnos en el apostolado, ayudarnos en la salud y, juntando todas las fuerzas, alcanzar más fácilmente la santidad y cumplir mejor nuestro apostolado. Ayúdense unos a otros (APD56, 146).

Beato Santiago Alberione

5 de noviembre

No debemos pensar que el Señor atiende cada una de las peticiones que le hacemos... porque a veces hacemos peticiones que no son provechosas para nuestra salvación eterna, para nuestra santificación. Pero, en cambio, cuando decimos: «Haznos santos», el Señor no deja de infundir la gracia y seremos santos (APD56, 119).

Beato Santiago Alberione

4 de noviembre

Es hermosa la coronita: «Virgen María, Madre de Jesús, haznos santos». Entonces, ¿qué significa eso de hacernos santos? Este hacernos santos significa la purificación de los defectos y significa, al mismo tiempo, la conquista de las virtudes: aumento de fe, esperanza más firme, caridad más ardiente, bondad hacia todos, celo en el apostolado (APD56, 52).

Beato Santiago Alberione

3 de noviembre

Quien tiene buena voluntad, busca sobre todo la santidad interior, interna, es decir, la elevación de su mente, la santidad de su corazón, de sus sentimientos y por tanto si queremos, en primer lugar, la santidad interior. La santidad exterior es como un reflejo de lo que hay dentro (APD56, 42).

Beato Santiago Alberione

2 de noviembre

Contemplemos esa vida celestial, esa vida feliz, que consolará a todos los justos: allí ya no habrá llanto, ni pruebas, ni tentaciones, ni dificultades, ni enemistades, ni persecuciones, ni dolores internos o externos... sino sólo gozo. Paraíso (APD56, 399).

Beato Santiago Albeerione

Intenciones del mes de noviembre

INTENCIÓN DEL SANTO PADRE

POR LOS QUE HAN PERDIDO UN HIJO

Oremos para que todos los padres que lloran la muerte de un hijo o una hija encuentren apoyo en la comunidad y obtengan del Espíritu consolador la paz del corazón.

INTENCIÓN DE LA CONFERENCIA EPISCOPAL

Por todos los que sufren por cualquier causa, por los pobres, migrantes, los enfermos, los cristianos perseguidos, para que hallen en nuestra caridad el consuelo y la cercanía que necesitan, así como una ayuda eficaz para aliviar las consecuencias de su situación.

 INTENCIÓN MENSUAL  DE LA FAMILIA PAULINA

Padre celeste, yo creo en tu sabiduría y en tu amor. Creo que me has creado para el paraíso, me has señalado el camino para llegar, y allí me aguardas para el premio del siervo fiel. Dame luz y muéstrame este camino; concédeme la fuerza de seguirlo con generosa correspondencia (PR 56).

Beato Santiago Alberione

Beato Santiago Alberione